Llevo literalmente meses con unas ganas tremendas de volver a Italia.
Italia es un poco como lo que hablamos de Nueva York, un país increíble que todos conocemos por el cine, la televisión, la literatura. Bien, no he visitado aún NY, pero puedo aseguraros que Italia es mucho mejor de como la pintan.
La primera vez que la visité fue en 2003. Viajé con mis padres y unos amigos en coche, desde Aranjuez. Si. Fueron dos días interminables de carretera y paisajes de ensueño. Y cuando llegamos a Montecampione nos esperaba la traca final: una estación de esquí casi vacía en pleno estío. ¡A cada momento esperaba encontrar a las adorables niñas de El Resplandor por cualquier pasillo desierto!
Desde allí nos movimos en coche por gran parte de la península: Milán, Venecia, Florencia, Bérgamo... Kilómetros y kilómetros a nuestras espaldas, que siempre volvíamos a dormir a Montecampione.
La segunda vez, en 2007, visité Roma. La verdad es que no me hacía demasiada ilusión aquél viaje, estaba muy liada con la carrera en ese momento y no pude ni prepararlo. Pero sin duda Roma me dio una lección nada más pisarla y resultó ser una de las ciudades más bellas que he visto nunca.
Cada rincón entre las callejuelas del Trastévere, cada fuente, cada iglesia que visité, el Vaticano... La ciudad en sí es una auténtica obra de arte esperando que la descubras.
En esta ocasión pude disfrutar la gastronomía italiana más a fondo y disfruté... ¡como en mi vida! No creo que haya un lugar en el mundo en que se coma mejor que allí. Pastas, de todo tipo, salsas, queso, vino, ¡¡¡pizza, amor de mi vida!!! Cada plato es aún mejor que el anterior... ¡Y el helado! ¡¡Oh, DIOS MIO!!
En fin, que hace unas semanas preparamos esta receta en clase y me animé a repetirla en casa, con mi preciosa albahaca, una botella de vino, el sol inundándolo todo desde la ventana y sintiéndome en mitad de la Toscana.
Gnoquis al Pesto (2 Pax)
- 1/2 Kg Patatas
- 150 g Harina
- 1/2 Huevo
- 1/4 Cdta. Nuez moscada
- 2 Dientes de Ajo
- Un manojo de hojas de Albahaca, al gusto
- 100 g Piñones
- 100 ml AOV
- 60 g Queso Parmesano
- Pizca de sal
- Lo primero es poner a cocer las patatas durante al menos 45 minutos. Después, en caliente, las pelamos y las pasamos por el pasapuré.
- Añadimos el huevo, un poco de sal, la nuez moscada y la harina.
- Amasamos hasta que esté bien integrado. Yo usé harina de fuerza porque no tenía otra pero sale mejor con harina normal. Si os queda demasiado pegajoso podéis añadir un poco más.
- Hacemos los cilindros todos iguales y les damos forma con un tenedor.
- Los escaldamos en agua hirviendo con un poco de sal hasta que salgan flotando a la superficie. Los escurrimos y los mezclamos en seguida con el pesto para que se impregnen bien.
- Para hacer el pesto solo hay que majar los ajos, los piñones, la sal y la albahaca con un mortero e ir incorporando aceite hasta darle la consistencia deseada.
- Yo lo hice con la batidora y también sale muy bien.
Son riquísimos y los podéis preparar con otras salsas como la bolognesa o simplemente con un poco de aceite de oliva y ajo picado.
Espero que os gusten, los preparéis en casa y os transporten a la Bella Italia también a vosotros.
¡Nos vemos pronto!
¡Besos dulces!
Boira
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