lunes, 4 de enero de 2016

Roscón, el último capricho de la Navidad

¡¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!

Si, ya sé que estamos a día 4 y tal pero como no os había visto aún pues os lo digo igual. Y siguiendo esta lógica que tantos y tantos compartimos, ¿hasta cuándo se supone que debe la gente felicitarse el año? Llega un momento en que parece que sale solo, como una inercia de llevar tantos días diciéndolo, aunque sea finales de mes y ya empecemos a tirar los propósitos de año nuevo por la borda a ver si así resulta menos tediosa la cuesta de enero...

Pero antes de que pase todo eso, antes de recoger el árbol, los adornos, antes de subirnos a la báscula y escandalizarnos, antes de seguir nuestras vidas y empezar el año de verdad, de volver a la rutina y olvidar la Navidad, nos queda la guinda del pastel: El Roscón de Reyes.

La verdad es que hasta hace poco no me hacía especial gracia este dulce, quizás por el empacho propio de las fiestas, que parece una maratón de comida. Pero de unos años a esta parte lo espero con ilusión, mucha más que a los regalos. Tal vez sea por mi incremento anual en el consumo de guarrerías varias; no en vano, una cada vez tolera más, aunque pueda parecer contradictorio...

Mi suegra siempre nos regala uno de la típica pastelería tradicional de toda la vida. Muy bueno, sí. Pero la verdad verdadera es que, desde hace un par de años, estamos comprando, además del tradicional, uno de la marca CODAN que está que te mueres!!! Seguramente será a consecuencia de los muchos conservantes y demás potingues que le añadan pero se me hace la boca agua de sólo pensarlo... Este año no he encontrado mi ya tradicional roscón de CODAN en ningún sitio... ¡¡¡TRAGEDIA!!! Y es por esto que este año me he animado a hacerlo en casa.

Como os conté aquí, el penúltimo día de clase del año pasado, hicimos cantidad de roscones para la chocolatada del día de notas. Y salieron ricos. Yo he seguido la receta de mis profes, Pilar y Jose Luis, y, con su permiso, la he modificado un poco.


Roscón de Reyes (1 unidad)

- 500 g Harina de fuerza
- 125 g Azúcar
- 2 Huevos
- 100 ml Leche
- 20 g Levadura fresca
- 1 Cdta. Sal
- 100 g Mantequilla
- 1 Cda. Ron blanco
- 1 Cda. Esencia de Agua de Azahar
-  Rayadura de Naranja y Limón
- 30 g Almendra fileteada


- Lo primero es lavar la naranja y el limón, secarlos bien y rallar la piel. Reservamos.

- Calentamos la leche en el microondas a baja potencia para que esté tibia.

- Y vamos al lío: hacemos un volcán con la harina en la encimera. Dentro ponemos los huevos, el ron, el agua de azahar, la piel de la naranja y el limón y el azúcar. Removemos dentro del volcán incorporando poco a poco la harina.


- Después añadimos la leche tibia donde habremos disuelto la levadura y hacemos lo mismo, removemos incorporando la harina que se vaya desprendiendo de las paredes.

- Y por último añadimos la mantequilla derretida.

- Ahora toca pringarse: incorporamos el resto de la harina hasta hacer una masa compacta.



- Y amasamos: podéis hacerlo a mano al principio, mientras se termina de integrar todo bien, y luego a máquina, con el gancho, o bien hacerlo todo a mano. Yo confiaba en mi amasadora para la ardua y tenaz tarea de amasar pero la pobre ha decidido abandonarnos en estas fechas tan señaladas (aunque afortunadamente esta no ha salido ardiendo...). Es por esto que me ha tocado amasar a mano durante más de media hora... ¡Toma roscón! La superficie quedará lisa y suave y, al apretarla con un dedo, retornará a la forma originar de inmediato.


- Lo dejamos reposar. Mi truco es poner un vaso con agua a hervir en el microondas durante un par de minutos. Lo sacamos con cuidado de no quemarnos y metemos dentro del micro nuestra masa. Yo lo he tenido tres horas y media y ha crecido casi el doble.


- Pasado ese tiempo, lo amasamos otro poco, perderá el aire, que no cunda el pánico, es normal. Le damos forma de bola y hacemos un agujero en medio con el dedo que iremos agrandando hasta darle la forma del roscón. Hay que procurar que quede igual de gordito por todas partes. Repetimos lo del agua en el microondas y lo dejamos reposar otra hora u hora y media.


- Pasado ese tiempo lo sacamos, lo pintamos con huevo batido y espolvoreamos encima la decoración. En casa siempre le quitamos la fruta escarchada por lo que yo he pasado de ponérsela. Tampoco tenía el llamado azúcar granillo así que le he puesto solamente un poco de almendra fileteada.

- Horneamos a 200º durante 15 minutos con el horno precalentado. A mitad de cocción se me estaba poniendo muy moreno y he abierto el horno para taparlo con papel de aluminio.


¡Y ya tenemos listo nuestro roscón! Ya solo queda dejarlo enfriar y rellenarlo como más os guste. Yo he montado medio litro de nata para montar con un poco de azúcar y esto:


Este tipo de productos estabilizan la nata y hacen que no se baje.

Si queréis podéis esconder la sorpresa entre el relleno o, si va sin relleno, meterla entre la masa antes de hornearlo.

Yo lo he abierto y rellenado con nata que he montado con un poco de azúcar: 500ml nata de montar + 75g Azúcar.


En fin, espero que os guste y lo preparéis en casa. Ahora ya no me da pena que los amigos de CODAN hayan brillado por su ausencia esta Navidad...


Espero que disfrutéis de lo que nos queda de Navidad aquí en España, que aprovechéis para comer roscón tanto como queráis y que os traigan muchas cosas los Reyes... ¿Habéis sido buenos?


¡Nos vemos pronto!


¡Besos dulces!


Boira

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