¡Un plato de cine!

¡Que no un plató! ¡Que también!

La receta que os traigo hoy es puramente cinematográfica.

¿Os gusta el cine? Yo soy una gran cinéfila, si bien tampoco demasiado entendida, digamos que tengo un gusto cuanto menos variopinto. En la colección que tengo en casa me muevo desde el cine más clásico, Casablanca es mi favorita, hasta las mejores películas del cine argentino, devoción es decir poco por Ricardo Darín, pasando por una gran variedad de musicales, no podría elegir uno solo. Mi sección de cine español tampoco es pequeña. Mi director fetiche es Daniel Sánchez-Arévalo, las tengo todas. Y para los días más tontorrones, cuento con una gran selección de las mejores comedias románticas de los noventa hasta ahora. Cuando Harry encontró a Sally, El diario de Bridget Jones, Rumores y mentiras, Mientras dormías y por supuesto Nunca me han besado, la película de mi adolescencia, donde quiera que quede.

Pero la cuestión del post de hoy tiene acento español. Fuera de carta es una película estrenada en 2008. Javier Cámara, su protagonista, interpreta a un cocinero obsesionado con conseguir una estrella Michelín para su restaurante. Para conseguirla deja de lado prácticamente todo lo que tiene a su alrededor… No os cuento más por si la queréis ver, cuanto menos unas risas os vais a echar, os lo garantizo.

Y después podréis quedaros con vuestros allegados al decirles que tenéis en vuestro poder la auténtica receta que sale en la película. Una maravillosa elaboración con la que haréis las delicias de grandes y pequeños, de los más escépticos que recelen de la comida de vanguardia, de vuestras madres y abuelas, sobre todo de ellas, y de los que piensan que en el cine todo es mentira.

Yo también lo creía hasta hace un año. Cuando vi la película como con tantos otros films gastronómicos no pensé que se tomasen muchas molestias en aspectos de este tipo, que digamos no aportan demasiado si no tienen que salir en pantalla.

Entonces empecé el Grado Superior de Dirección en Cocina y conocí al que fue mi profesor de cocina durante todo el curso pasado. De él he aprendido prácticamente todo lo que sé, no sólo a cocinar, también a organizarme dentro de la cocina, a pensar y anticiparme en cada paso de una elaboración, a ser limpia y ordenada, la importancia de una buena preelaboración, de una correcta mise en place, el no olvidarme de probar las cosas y sobre todo a disfrutar dentro de la cocina.

Al principio la verdad es que me intimidaba bastante pero luego le fui conociendo mejor y conocí entre otras cosas esta faceta suya de asesor gastronómica en el mundo del cine. Su labor en Fuera de carta como en otras pelis ha sido la de asesorar a guionistas y productores de atrezzo así como la de enseñar a los actores a parecer cocineros de verdad.

Y la receta que os traigo hoy la elaboró él para la película; yo la he versionado un poco, con tu permiso. Espero que os animéis a prepararla y me contéis qué tal.

Lentejas Xantarella (4 pax)

- 400 g Lenteja pardina

- 2 Chorizos ahumados

- 1 Cdta. Pimentón dulce

- 1 dl Aceite de Oliva

- 150 g Zanahoria

- 3 Dientes de Ajo

- 100 g Puerro

- 1 Tosta de Pan de Tomate o Pan de Ajo

- Azafrán

- 1 Hoja Laurel

- Ponemos las lentejas a remojar en abundante agua durante media hora. Podéis ponerla directamente en la cacerola donde vayáis a cocinarlas.

- Pelamos las zanahorias y cortamos en rodajas. Lavamos bien el puerro y lo cortamos también en rodajas.

- Ponemos las lentejas al fuego y añadimos el aceite de oliva, reservando un poco para más adelante, un diente de ajo, el laurel, el pimentón, el chorizo y la verdura.

- Cocemos a fuego lento durante media hora.

- Por otra parte, en una sartén sin nada de aceite que pondremos al fuego durante un minuto, doramos el azafrán con cuidado de que no se nos queme. Tendremos que moverlo constantemente con los dedos hasta que cambie ligeramente de color y textura.

- Después freímos en un poco de aceite el diente de ajo que nos quedaba y majamos junto con el pan y el azafrán.

- Cuando las lentejas estén listas añadimos el majado y dejamos cocer diez minutos más.

¡Ya tenemos liso nuestro plato de cine! 

¡¡Que lo disfrutéis!!

¡Besos!

Boira.