sábado, 13 de febrero de 2016

La cocina es vida y la vida es cocina


Hoy no traigo receta. ¡Pero por favor, por favor, seguid leyendo! Como sabéis llevo ya semanas sin pasar por aquí. Y lo echo de menos. No quiero cerrar el blog tras tanto tiempo planeándolo y trabajando en ello y tan poco publicado. Pero la vida es así, un continuo de toma de decisiones, cambios y seguidas a delante.

Actualmente no tengo tiempo para cocinar, ni para cocinar ni casi para nada, ¡necesito días de 36 horas al menos!

Por eso, cuando las cosas empezaron a complicarse y dejé de tener tiempo para continuar me dio mucha pena y he estado casi de duelo, se me partía algo dentro cuando alguno de mis amigos o conocidos me preguntaban cuándo volvería a publicar. 

Pero la verdad es que una de las razones que me motivaron a comenzar esta aventura es que me gusta escribir y de esta manera me obligaba a mi misma a hacerlo de forma habitual. Antes de este tuve intención de hacer un blog sobre otros contenidos pero nunca me llegué a animar, nunca supe qué contar ni por dónde empezar.

Y aquí estoy un día más delante del ordenador, sin receta pero con ganas de reunirme un ratito con vosotros, de lanzar mis pensamientos al universo y conectar con gente de todo el mundo. 

Últimamente he escuchado varias veces que internet y las nuevas tecnologías en general nos separan cada vez más pero yo que siempre procuro ver el lado bueno de las cosas pienso en la cantidad de gente que mantiene el contacto, que hace nuevas amistades y que consigue cosas maravillosas a través de las ondas y satélites.

Hace un par de semanas nos pusieron en clase de inglés una película con la que me sentí bastante identificada. Julie y Julia está basada en hechos reales y cuenta dos historias a la vez; por un lado nos presenta a la cocinera americana Julia Child, interpretada por Meryl Streep, que tuvo que luchar allá por la década de los sesenta por hacerse un hueco y aprender de los mejores chefs de la cocina francesa. 


Esta señora publicó varios libros de cocina, condujo programas de cocina en la televisión americana y se acabó haciendo tan popular y respetada en EEUU que a día de hoy sigue siendo un referente para todos aquellos que se inician y quieren progresar en el mundo de la cocina al otro lado del charco.


Por otro lado, Julie Powell, interpretada por Amy Adams, que trabaja como telefonista de ayuda a los damnificados por los atentados del 11S, es una mujer desmotivada en muchos aspectos, sobre todo a nivel laboral, y que decide dar un vuelco a su vida empezando un blog de cocina con un claro y ambicioso objetivo: hacer ella misma las 524 recetas del libro de Julia en 365 días. No pude evitar reírme como una loca al verme a mi misma en la pantalla cada vez que a ella le salía algo mal, cuando algo se quemaba o se frustraba sobremanera cuando un bizcocho no subía como debía. 


Pero también cuando disfrutaba cocinando, cuando se sentía plena y feliz contemplando un plato que sale perfecto y cuando se veía rodeada de los suyos que disfrutaban probando las elaboraciones tanto como ella preparándolas.

Y es que igual que el cine refleja la vida, la cocina es vida y la vida es cocinar. Por eso, aunque hoy no pueda ofreceros nada más que estas reflexiones me apetecía mucho pasar por aquí, saludar y prometer que antes o después volveré a llenar este humilde blog de recetas, fotos, delicias y aventuras varias.

Mientras tanto, que seáis felices y disfrutéis cada día de las cosas más pequeñas a las más grandes.

¡Besos dulces!

Boira

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