lunes, 11 de abril de 2016

Fuera del cuerpo

Llevo unos días sintiéndome fuera del cuerpo.
Una pompa de jabón vuela sin rumbo y acaba estrellándose aparentemente por azar contra mi brazo. El por qué de las cosas.


Aquí, en el Mirador de Europa, mi lugar favorito de Nerja por el momento, todo tiene un ritmo distinto, otro color, miles de caras diferentes, una banda sonora nueva en cada calle y por supuesto otra luz.


Y el mar. Mi querido Mediterráneo que es al tiempo viejo amigo y rostro nuevo en estas playas aún vírgenes para mi.
Las gaviotas me guiñan los ojos y los turistas me piden que inmortalice imágenes que viajarán por todo el mundo, más pendientes de las pantallas que de coleccionar estos momentos en la retina, de donde nunca se borrarán, de donde nunca desaparecerán de los rincones más polvorientos de la memoria.
El horizonte se abre ante mi como una línea de meta retadora.
Has llegado hasta aquí. ¿Darás la vuelta o continuarás el camino? ¿Quieres saber dónde termina?


Llevo unos días sintiéndome fuera del cuerpo, acordándome mucho de una novela, Presentimientos, de la maravillosa Clara Sánchez. Y aunque me he adaptado a esto perfectamente, me muevo por Nerja como pez en el agua y las calles de esta nueva vida se hayan dispuesto como el escenario de esta nueva etapa, a veces no puedo evitar preguntarme si todo esto es real.
Si realmente es el sol el que calienta mis piernas desnudas, la brisa la que hace bailar mi pelo y el mar el que pone los límites.


Cuando te conviertes en una extraña dentro de tu propia vida, cuando dejas todo atrás y te descubres haciendo cosas nuevas, vistiéndote diferente, paseando por lugares distintos, es imposible buscar lo que queda de ti, de la tú de entonces, de la de hace una semana, de la que fuiste siempre o al menos creías ser.


Y aunque el horizonte sigue ahí, retador y misterioso, aunque no sepas dónde te llevará la vida, ya sabes que ésta experiencia te marcará para siempre. Aunque en ocho semanas regrese a la que era yo, una parte de Nerja, de la que soy aquí, ya no me dejará nunca.

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