Yo, no solo lo secundo, sino que además es mi momento favorito. El desayuno es esa comida donde prácticamente todo vale; puedes tirar por el mundo salado: embutidos, huevos, salchichas... ¡Bendito desayuno americano e inglés!
Pero también puedes permitirte (casi) todo tipo de licencias con el mundo dulce: galletas, magdalenas, bizcochos... ¡el cielo es el límite!
Y lo mejor de todo, como dice mi admirada Lucia Be, las calorías, por la mañana, no cuentan...
Hoy os propongo un plato muy especial para mi y encima fitness, ese palabro que está tan de moda y que parece quitarle calorías a todo, ¡sobre todo a nuestra conciencia a la hora de zampar!
Mi padre me instruyó (o lo intentó) en el buen cine desde pequeña. Y, aunque no sea el mejor de todos, el cine americano, ese que se vende tan bien, me cautivó. Fue una ventana a un mundo que aún a día de hoy me tiene encandilada, ya lo comenté en este post, supongo que hasta que no pise suelo americano y vea de primera mano cómo es aquello, no se me pasará la tontería. Igual no se me pasa nunca...
El caso es que siempre fui muy fan de todo lo americano. Esos desayunos de película, en familia, todos con prisa y los platos a rebosar de huevos revueltos, bacon y (¡ay, amiga!) tortitas...!!! Me tenían loca.
Y no es que nos podamos quejar; mi madre nos hacía de vez en cuando crepes con chocolate para desayunar en lo que se convertía sin duda en día de fiesta.
Sin embargo, el universo tortitas me llegó también con ella, pero en otro sitio y circunstancias. Fue en La Italiana, una cafetería restaurante que ya no existe como tal, donde mis padres me llevaban a merendar de vez en cuando y donde disfrutaba sobremanera con aquellos manjares redondos, blanditos, dorados y esponjosos que yo bañaba con sirope de chocolate.
Desde entonces las he probado en muchos sitios y ocasiones, pero ninguna me han parecido igual de ricas que aquellas. El paladar de mi memoria tiene el listón muy alto...
Os hoy traigo tortitas o pancakes con ciertas licencias que las convierten en una alternativa sana, súper energética y deliciosa para empezar el día de la mejor manera posible.
Tortitas Energéticas (2 pax)
- 2 Plátanos maduros
- 3 Huevos
- 50 ml de Leche
- 2 Cdas. Mantequilla de Cacahuete
- 115 g Salvado de Avena triturado
- 60 g Chips de Chocolate
- 1/4 Cdta. Sal
- Pelamos los plátanos y los machacamos con un tenedor. Yo he usado tres porque eran muy pequeños.
- Añadimos también la mantequilla de cacahuete.
- Es el momento de incorporar la avena y seguir mezclando.
- Por último, incorporamos una pizca de sal y los chips de chocolate.
- Ponemos al fuego una sartén antiadherente. Cuando esté caliente, ponemos un poco de mantequilla que repartiremos por toda la superficie, y echamos un cazo de la mezcla.
- Pasado un minuto, le damos la vuelta, yo me ayudo de un plato, como con la tortilla de patata.
- Dejamos dorar otro minuto por el otro lado, la sacamos a un plato y seguimos con la siguiente.
¿Os habéis fijado que no llevan nada de azúcar? No la vais a echar en falta...
La mezcla del plátano, el chocolate y la mantequilla de cacahuete es brutal... Pero sin duda el ingrediente estrella de esta receta para mi es la avena, el súper cereal que libera energía de manera constante durante horas.
En este caso he derretido un poco de chocolate al baño maría y lo he acompañado de unos arándanos frescos pero echadle imaginación, las combinaciones son muchas...
El resultado son unas tortitas súper energéticas, perfectas para tomar antes de ir al gimnasio, en previsión de un día duro, de los de no parar, o por qué no, para cualquier momento que tengamos antojo de tortitas...
Me despido ya. ¡Animaos a prepararlas este finde y veréis qué ricas!
¡Nos vemos pronto!
¡Besos duces!
Boira
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